viernes, 15 de abril de 2011

Los dolores de espalda (alteraciones en las curvaturas de la espalda) (3).

Como explicaba en el artículo anterior, la espalda presenta varias curvaturas si la observamos desde un lateral. Recordamos que existían dos  curvaturas hacia delante  (lordosis) a nivel cervical y lumbar, y otra curvatura inversa (cifosis) en la  zona  dorsal.

Estas curvaturas se denominan fisiológicas (normales), pero en ocasiones las mismas pueden sufrir modificaciones y convertirse en patológicas (anormales).

La porción cervical de la columna suele sufrir una alteración de su curvatura normal, una rectificación de la lordosis cervical, conocida como “cuello recto”, la causa principal es la deficiente y débil musculatura del cuello y de la parte alta de la espalda.


             
1.- Rectificación de la lordosis cervical (cuello recto).
2.- Lordosis normal.

En la zona dorsal cuando la cifosis normal se acentúa se conoce como hipercifosis y se habla de “espalda redonda”. Esta deformación  puede tener dos motivos: el más habitual  es por adoptar malas posturas,  muy frecuente en niños y adolescentes, la otra causa y menos frecuente es la enfermedad de Scheuermann también de aparición en la adolescencia. La “espalda redonda” en adultos y ancianos  suele ser causada por enfermedades como la osteoporosis  o  la espondilitis anquilosante.


                 

La columna lumbar es una zona, que por ser la parte de la espalda que sostiene mayor carga, tiene bastante tendencia a sufrir alteraciones en su lordosis. La más habitual es la conocida hiperlordosis lumbar, que se caracteriza por ser una exagerada curvatura en dicha zona, principalmente causada por una mala distribución del peso corporal sobre las vértebras lumbares y acompañado por una marcada debilidad  de la musculatura que se inserta en las mismas.

                 
Cuando la variación o la alteración en la columna afecta a la misma vista desde una posición frontal se conoce como escoliosis. Si la columna vista de frente tiene que ser recta, la escoliosis es una deformidad en la que la columna adopta una forma de S.


                 

Existen dos tipos: escoliosis primarias o no estructuradas (no hay deformaciones ni rotaciones vertebrales) y las secundarias o estructuradas (hay deformaciones óseas  que afectan a las vértebras o a la pelvis).

Las primarias suelen ser consecuencia de “vicios” posturales, debilidad en la musculatura o por tener una pierna más corta que otra, afecta principalmente a  niños y adolescentes (mayor incidencia en niñas), suelen tener solución adoptando medidas de higiene postural, ejercicios que tonifiquen los músculos de la espalda y en el caso de las dismetrías en los miembros inferiores con plantillas o alzas correctoras.

Las secundarias suelen estar provocadas por enfermedades que afectan directamente a la columna  o por secuelas de otras enfermedades que desembocan en deformaciones en la propia columna. Son de complicada evolución y los tratamientos van orientados a  recuperar la enfermedad que provoca la deformidad.


martes, 12 de abril de 2011

El deporte y la actividad sexual frecuentes mejoran "el tono vital y blindan el corazón".

Relacionado con el artículo anterior, en este otro nos vuelven a insistir en los beneficios de la práctica de ejercicio y nos incluyen y recomiendan también la actividad sexual, así que de una manera u otra debemos mantenernos activos. NUESTRA SALUD NOS LO AGRADECERÁ.



Se realizó un estudio en la Universidad de Tufts, en Massachusetts (EEUU) a cargo de la Dra. Issa Dahabreh revelando que el deporte y la actividad sexual frecuentes mejoran "el tono vital y blindan el corazón".
Existe una relación entre la falta de estas actividades y un mayor riesgo de sufrir un ataque cardiaco (infarto)  “Lo más importante es que éstas asociaciones parecen estar fuertemente modificadas por la actividad física.

Las personas que realizan actividad física de  forma regular ( 3 veces x semana) tiene un riesgo mucho menor de presentar eventos cardiovasculares (CV), ésto ya fue demostrado en múltiples estudios, tanto el ejercicio, como el acto sexual son actividades que tiene un gasto de energía, con aumento de frecuencia cardiaca y de la tensión arterial, mecanismos fisiológicos que no todos los organismos están preparados para aumentar el consumo de oxígeno , por eso las personas que hacen ejercicio o practican sexo con menos frecuencia son más propensas a sufrir un infarto, ésto se debe al sedentarismo, a los factores de riesgo y a una actividad física no regular.
"Aquéllos con mayores niveles de actividad física tienen mucho menor riesgo de sufrir del corazón. De hecho, las posibilidades de infarto provocado por el ejercicio se redujeron en aproximadamente un 45% y la muerte súbita en un 30%", agregó la científica.
José Luis Zamorano, director del Instituto Cardiovascular del Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid, declaró "el mensaje está claro: Los hombres que mantienen relaciones sexuales una vez al mes, por ejemplo, ó los que deciden jugar un partido de tenis los sábados sin hacer ejercicio el resto de la semana son los que más posibilidades tienen de padecer un ataque al corazón o morir de forma súbita".
El  estudio también reveló que gran parte de los hombres que sufrieron un infarto por falta de actividad física tenían vida extramarital "Un 90% de las muertes súbitas durante el acto sexual se da en varones que no estaban con su pareja. El estrés de la situación, no querer quedar mal... pueden estar detrás de este sobreesfuerzo", señaló el doctor José María Maroto, coordinador de la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Ramón y Cajal de Madrid. 
Conclusiones:
Se sabe y se insiste que hay que realizar actividad física en forma regular por lo menos 3 veces a la semana, siempre supervisada por profesionales idóneos, de esa manera se consigue un buen acondicionamiento cardiovascular, se disminuyen factores de riesgo como la diabetes, la hipertensión arterial, el colesterol, la obesidad, etc., sobre todo disminuyen los eventos cardiovasculares (infarto, acv, etc.) que en algunos casos pueden conducir a la muerte súbita. 
En los párrafos anteriores, se mencionó  que los fines de semana muchas personas en forma equivocada juegan distintos deportes, sin estar entrenados y con factores de riesgo, luego nos enteramos que hubo casos de muerte súbita en clubes, country, etc., en lo referente al sexo sucede lo mismo: los individuos con parejas estables, la posibilidad de eventos cardiacos es menos frecuente con menor gasto energético, por ese motivo es lo que se sugiere a los deportistas que compiten en campeonatos mundiales, en cambio con parejas no estables el esfuerzo físico es mayor y las consecuencias también pueden serlo.
La OMS (Organizacción Mundial de la Salud) sugiere en adultos, actividad recreativa con un mínimo de 150 minutos por semana ó 30 minutos diarios de actividad aeróbica moderada (caminar, bicicleta, etc.).

Hacer ejercicio regularmente nos mantiene jóvenes.

A esta conclusión ha llegado un grupo de investigadores canadienses. Siempre nos habían dicho que con la práctica de actividad física con cierta frecuencia nuestra salud (sistema cardiovascular, huesos….) y nuestro organismo serían más duraderos y resistentes, pero ahora con un estudio hecho con ratones de laboratorio los resultados son aún más esperanzadores.
La práctica de ejercicio de manera habitual nos mantiene jóvenes.
A continuación les dejo el artículo que fue publicado en el rotativo mexicano El Universal el pasado 23 de Febrero y donde nos dan algunos datos del citado estudio.
   
Científicos diseñaron ratones para que envejecieran más rápido, sin embargo al someter a algunos a rutinas constantes de actividad física frenaron el envejecimiento
El ejercicio nos mantiene más jóvenes con más eficacia que cualquier otro tratamiento disponible, así lo cree un equipo de científicos canadienses que trabaja con ratones genéticamente modificados para que envejezcan el doble de rápido de lo normal.
En los resultados de su investigación publicada en la revista científica Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS) descubrieron que a pesar de que los ratones estén diseñados a hacerse viejos, los roedores que se sometieron a practicar ejercicio regular se mantienen jóvenes.
Mark Tarnopolsky y sus colegas de la Universidad McMaster en Hamilton, Ontario, analizaron una camada de ratones que se modificó para tener un defecto en un gen involucrado en la reparación de las mitocondrias, encargado de suministrar energía a las células. Esto hacía que los ratones envejecieran más rápidamente.
Cuando los animalillos cumplieron tres meses de edad -aproximadamente el equivalente a 20 años en humanos-, algunos de ellos fueron obligados a realizar ejercicio en una rueda de andar durante 45 minutos varias veces a la semana, mientras que el resto se pasaba el tiempo recreándose y sin mover las patas.
Los resultados mostraron que después de cinco meses, cuando los ratones tenían el equivalente de 60 años humanos, los ratones que habían hecho ejercicio -según los científicos moderado pero constante- parecían ratones salvajes, más jóvenes, sanos y activos que sus compañeros sedentarios, publicó el diario español ABC.
"Los vagos apenas podían moverse y habían perdido gran parte de su pelo. Por si fuera poco, también eran menos sociables y menos fértiles", aseguraron los científicos.
Cada tejido y cada órgano examinados por los investigadores eran más sanos en los ratones que practicaban deporte, incluyendo el cabello, piel, ovarios, testículos, el bazo, los riñones y el hígado. En los que no hacían ejercicio, el cerebro se había reducido y el corazón se había ampliado, mientras que los deportistas tenían uno de tamaño normal.
La estructura muscular en los ratones que hacían ejercicio era normal, mientras que en los ratones sedentarios parecía dañada. Las mitocondrias de los ratones activos eran jóvenes y saludables, mientras que en el segundo grupo parecían viejas. Los investigadores creen que estos resultados pueden aplicarse a seres humanos.
Tarnopolsky afirmó que si bien la muerte es inevitable, el ejercicio es el tratamiento disponible más potente contra el envejecimiento y puede mantenernos sanos y libres de enfermedades durante más tiempo que cualquier otra cosa.



lunes, 11 de abril de 2011

Los dolores de espalda (nuestra espalda) (2).

En este artículo pretendo explicar de manera muy sencilla y breve qué es nuestra espalda, de qué consta y cual es su estructura y disposición.

La espalda es la parte posterior de nuestro tronco. Está compuesta por un soporte rígido que es la columna vertebral o raquis y por un sistema muscular que es el encargado de dar movilidad a toda nuestra espalda.
La columna  tiene dos funciones principales: dar sostén al tronco (sirviendo de anclaje a toda la musculatura y a las costillas) y  rodear y proteger a la médula espinal.               

Está formada por las vértebras que son  unas estructuras de forma redondeada con unas prolongaciones en uno de sus frentes formando un agujero por donde pasa la médula. Una vértebra sana podría aguantar un peso de casi 9 toneladas.

                        

La columna tiene 33 ó 34 vértebras distribuidas de la siguiente forma: 7 cervicales, 12 dorsales, 5 lumbares, 5 sacras y por último 3 ó 4  coxígeas.

Todas están colocadas de manera sucesiva y separadas por los llamados discos intervertebrales (son como una especie de almohadillas viscosas), excepto las sacras que están fusionadas formando el sacro y las coxígeas que forman el coxis (lo que coloquialmente conocemos como “el hueso de la risa”).
                               
                            
1.- Disco intervertebral.
2.- Vértebra.


Esta sucesión de vértebras es lo que hace que la columna sea a la vez que rígida una estructura muy dinámica, que nos permite todos los movimientos que podemos hacer a diario (estirarnos, agacharnos a ponernos los zapatos o girar el cuello para mirar algo que está a nuestro lado).

Las vértebras cervicales están localizadas en el cuello, son las más pequeñas, actúan de sostén para la cabeza y son las que permiten todos los movimientos de la misma.

Las vértebras dorsales se localizan entre el cuello y la región lumbar y  de ellas parten todas las costillas.

Las vértebras lumbares  son las más voluminosas puesto que son las que soportan  mayores esfuerzos y también donde localizamos nuestro centro de gravedad.

Cada sector de la columna tiene una curvatura específica.
Si observamos la columna desde un lateral veremos lo siguiente: el segemento cervical y el lumbar presentan una convexidad anterior, es decir, esta forma (  y se conoce como lordosis, y el segmento dorsal y el sacro compensarían las curvaturas anteriores justo de la forma contraria, es decir,  )  y se conoce como cifosis.                      
La columna vertebral vista  de frente debería tener un aspecto rectilíneo.
                             

Tras esta breve explicación creo que podremos entender un poco más todas las patologías y problemas que afectan a nuestra espalda ( que será el próximo capítulo que trataré).

miércoles, 6 de abril de 2011

Los dolores de espalda (dorsalgias) (1).

A lo largo de nuestra vida en algún momento nos dolerá la espalda. Las estadísticas son irrebatibles: el 75% de las personas que han llegado a  la edad de 40 años han sufrido al menos una vez una dorsalgia y  casi el 100%  los que  han alcanzado los 75.
Tras estos datos diría que la “plaga del S.XXI” no es ni la gripe A  ni el cáncer ni el Sida si no los dolores de espalda. Seguro que ustedes mismos, algún familiar o algún compañero de trabajo los sufre y lo peor de todo es que la mayoría de las veces son con bastante frecuencia.
La gran mayoría (80%) de los casos tienen un origen muscular ya sea por una hipertonía(el músculo está duro, pesado, sobrecargado) o por una atrofia (la cantidad o calidad del músculo no es la necesaria para desempeñar su trabajo). El otro 20% restante  son provocados por enfermedades que afectan directamente a la espalda.
Las causas de esta alarmante realidad son varias:
        .- Falta de actividad física por el incremento tecnológico que nos rodea. Caminamos cada vez menos, ahora cogemos el coche para ir al comprar el periódico o  subimos por las escaleras mecánicas del centro comercial.
        .- Patrones de movimientos erróneos en el desarrollo de las actividades de la vida diaria. A la hora de cargar una caja, maleta o cualquier otro peso no adoptamos las posturas más adecuadas. Cuando regresamos de la compra no repartimos los pesos en ambos lados del cuerpo y siempre abusamos de uno de ellos. El calzado según sea nuestra actividad también influye bastante en nuestra espalda, en el caso de las mujeres el exceso de uso de tacones hace  que nuestra zona lumbar sufra más de lo que debiese.
        .- Posturas incorrectas y mal desarrollo de las tareas domésticas. Cosas tan aparentemente sencillas o irrelevantes como pasar la aspiradora, fregar, tender la ropa o planchar suponen una sobrecarga importante en nuestra espalda. La mala ejecución de todas estas tareas o una postura incorrecta hace que estemos castigando a diario nuestro cuerpo.
        .- El estrés, el ritmo de vida acelerado y los trastornos psicosomáticos también provocan daños en nuestra musculatura.
        .- Incidencia del trabajo en nuestra espalda. La ausencia de medidas de seguridad, mobiliario no acondicionado y sobre todo la propia ejecución del trabajo. Evidentemente una persona que trabaje en la agricultura o en la construcción sufrirá más que un administrativo o un recepcionista. Pero puede pasar que el administrativo por no tener el material adecuado o  por no adoptar posturas saludables llegue a padecer más dolores que un albañil que cuide sus movimientos y disponga de medidas para ello. El dolor de espalda  es hoy por hoy una de las principales causas de bajas laborales en nuestro país.
La mayoría de las veces  los dolores de espalda son producidos por la combinación de todo lo explicado anteriormente (estrés, malas posturas, sedentarismo…), si a esto le unimos que a partir de los 20 años comienzan los procesos degenerativos de nuestros discos intervertebrales, tenemos una mezcla explosiva que se traduce y se manifiesta en la contundente  frase con la que comenzaba este artículo: “A lo largo de nuestra vida en algún momento nos dolerá la espalda”.